Diversos estudios sobre el propósito de la Tecnología, la Información y el Conocimiento, bien llamado trilogía de TIC, saltan en internet clarificando o denotando el uso de cada uno en las organizaciones, todos ellos establecen las relaciones, sus afectaciones e impactos y de igual forma clarifican que en las grandes organizaciones han llevado programas que mantienen esta relación de alguna u otra forma unida. Pero, que pasa con las organizaciones en donde los manuales y los procedimientos se guardan en cajones hasta que la próxima auditoría se haga responsable de actualizarlos, que pasa cuando el conocimiento se encuentra desperdigado entre los colaboradores, y peor aún, cuando se considera un coto de poder para crecer dentro de la organización. Todo esto es el reflejo del crecimiento sostenido de la trilogía, cada uno en su propia forma y paso. Veamos el proceder histórico.
Desde finales de la Segunda Guerra Mundial, donde los científicos juegan un rol primario en la creación de armamento novedoso, recordemos que de ahí nacen los primeros aviones a reacción, derivando en la década de los años 50, la carrera por la conquista del espacio. La trilogía TIC comienza a cobrar sentido con el auge de la colección de información dentro de las computadoras, su poderío de análisis y cálculo provocaron una nueva forma de obtener conocimientos, rapidez y velocidad eran las claves. Todo ello provocó un salto cuántico de la humanidad en un proceso gradual e histórico de cambio, tan importante es que se puede integrar en la lista de cambios tecnológicos de la humanidad:
- La agricultura
- La rueda
- La imprenta
- El galeón
- La máquina de vapor
- La electrónica
- Ahora el GPS
Desde entonces se desencadenan nuevas formas de recopilar, guardar, procesar y presentar la trilogía (TIC), bien llamados sistemas. Desde entonces se intensifica el uso de información histórica (libros, arte, imágenes, audio, video) y se integra la nueva para generar un todo de conocimiento.
Para la década de los años 90, el caos informático en la creación de sistemas y aplicaciones para solventar los quehaceres cotidianos como la administración de empresas genera el antónimo del propósito, sí, tanta cantidad de información y tan basta que la gente está desinformada. Por ello el auge en las tecnologías deja atrás al conocimiento de la propia tecnología y lo que a su vez ella misma lleva, es decir, la nueva tecnología trae su propio conocimiento, que a su vez este trae nueva información y así, dejando un caos en las TIC.
Es aquí donde surge el internet para apoyar el conocimiento, como base de su existir, es bien sabido que fue creado para apoyar los estudios científicos entre universidades y que luego se transformó en la guarida de toda información generando más caos al existente. Como datos relevantes:
- En 2020 el número de usuarios de Internet en el mundo crece un 7%, este y alcanza los 4.540 millones, es decir, el 59% de la población mundial (2).
- El primer sitio web fue creado en 1991 por el físico británico Tim Berners-Lee. Desde entonces el número total de sitios web creados se ha disparado exponencialmente, hoy en día hay casi 1.800 millones de sitios web están en vivo en Internet, y ese número solo sigue creciendo por segundo.
- Hay más de 350 millones de nombres de dominio registrados.
Esto no para. El buscador más potente disponible en la red posibilita acceder al 40 % de toda esa información, el alcance medio de los buscadores tradicionales es de apenas el 1 % del total de páginas. 1 (1) Ni toda esa información se puede consultar con la misma tecnología que fue creada.
Ese mismo caos afecta internamente a las organizaciones y a sus ejecutivos, ya que, aunado a la problemática cotidiana del deber ser, tienen que ser capaces de absorber los nuevos conocimientos para no quedarse atrás y poder subsistir. Esta situación empeora cuando se tiene un exceso de TIC, demasiados sistemas con demasiada información con demasiada tecnología que representan un mínimo de conocimiento, situaciones donde el verdadero conocimiento lo tiene el personal clave, es decir: el mejor vendedor, el que resuelve los problemas, el que dicta los programas, el que conoce al cliente, etc. y ellos su base de conocimiento se soporta con el mínimo de información y tecnología, más con base en la experiencia que en la información o tecnología, mucho conocimiento con poca tecnología e información.
Un desempeño óptimo de las organizaciones basa en su capacidad de generar conocimiento a través de sus cadenas de valor, más allá de las decisiones bien soportadas se encuentra el accionar previo a las circunstancias, es decir, prever los acontecimientos con base en la trilogía de TIC. Es un reto dentro las organizaciones lograr que los ejecutivos obtengan la información adecuada en el momento adecuado y más aún, lograr que el conocimiento esté actualizado justo en el momento de la toma de decisión.
El saludable desempeño de las organizaciones de hoy, inmersas en la sociedad de la información está, en gran medida, determinado por su capacidad para crear valor por medio de la solución de los retos que plantea el entorno, mediante la identificación y perfeccionamiento de los flujos de información útiles, que aportan valores a sus decisiones y quehaceres cotidianos, es decir, mediante la gestión de la información y el conocimiento. “Una organización que aspire a competir con éxito en el entorno actual debe aprender a aprender, debe hacer explícitos los procesos que permiten incorporar la información pertinente y relevante de que dispone, debe aplicar con creatividad e iniciativa las experiencias y el saber que ofrecen, en primer término, sus propios integrantes, sus proveedores, los grupos de interés y los clientes, es decir, la sociedad en su conjunto y más específicamente aquellos sectores en los que dicha organización actúa”.
Ante situaciones de esta naturaleza, la gestión de la información y el conocimiento se convierten en un aspecto estratégico para las organizaciones que se insertan en el actual entorno y asumen las nuevas tecnologías de información y comunicación. Mu chas organizaciones recurren a la implementación de coherentes sistemas de gestión de información, espacios e infraestructuras para disponer de su propia información, compartir sus recursos y poseer canales de comunicación rápidos y eficientes, que colaboren con el desarrollo del trabajo y la toma de decisiones.
La situación actual que experimenta el hombre con respecto a la información convierte la gestión de la información y el conocimiento en un asunto de primer orden. Hoy, en la mayoría de las organizaciones globales, se implementan intranets y servidores Web con información diversa y valiosa, cuyo peso para la toma de decisiones de directivos no alcanzan a comprender del todo.
El desarrollo acelerado de la tecnología, acompañado de la renovadora industria del software y la incorporación de coherentes sistemas para la gestión de información y conocimiento, proponen novedosas soluciones para potenciar valores a los denominados recursos intangibles, mejorar estrategias de administración y elevar niveles de eficiencia y eficacia.
Por ello, la gestión del recurso información en el siglo XXI o, para ser más precisos, desde la década de los años 80 del siglo XX, se impone como una actividad sumamente importante de la ciencia de la información. “Se trata de una revolución basada en la información, porque los avances tecnológicos actuales permiten procesar, almacenar, recuperar y comunicar información en cualquiera de sus formas -voz, textos, imágenes- sin importar la distancia, el tiempo o su volumen”
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